San Pablo, Testigo de la
Fe.
Pablo,
el apóstol por gracia de Dios, vivió hace 2000 años, y su
legado teológico es sin duda de gran valor para el cristianismo de
hoy. En pleno siglo XXI no somos ajenos a muchas de las batallas que afronto
Pablo, por eso él es realmente un pedagogo en la fe, o mejor Pablo es un
testigo de la fe.
Se ha escrito muchos
libros tanto biográficos, escriturísticos, teológicos de
San Pablo, pues "ciertamente, es Pablo, el escritor más fuerte y poderoso
de la literatura cristiana". por lo tanto reflexionar sobre el
"corpus paulinum" debe impulsarnos para meditar la vida de Pablo,
antes y despues de su encuentro con Cristo, en otras palabras su conversión
por consiguiente "nuestra conversión , es mirarnos a nosotros mismos,
porque tal vez el Señor nos esta diciendo "Saulo, Saulo, ¿por qué me
persigues?.
Tanto los Hechos como
de las Cartas, se deduce con claridad que Pablo fue un enemigo encarnizado de
la comunidad cristiana. “Conocéis mi conducta anterior dentro del judaísmo: con
qué crueldad perseguía y trataba de aniquilar a la Iglesia de Dios”, confiesa
el mismo en la carta a los gálatas. A partir de esta cristofanía que Pablo tuvo
en el camino de Damasco, cambiará la percepción que Pablo tiene de Jesús de
Nazareth y de sí mismo, para ser lanzado a la misión extraordinaria que se le
confía entre los paganos, misión que marcó el gran giro del cristianismo
naciente.
Por consiguiente Pablo
experimento la metanoia, es decir, la
transformación o conversión entendida como un movimiento interior que surge en
toda persona que se encuentra insatisfecha consigo misma. Es lo que
necesitamos vivir en nuestro ser de cristianos, pues la verdadera metanoia, es el encuentro con Cristo que
se da tal vez de manera de Epifanía en nuestra vida, como le ocurrió a Pablo
camino a Damasco, precisamente en los momentos mas cruciales de nuestra
existencia como la enfermedad, como la tristeza, el sufrimiento, la soledad, el
pecado, Cristo con su luz irradiante sale a nuestro paso. Tumbándonos de
nuestro caballo, es decir, del orgullo, la vanidad, el poder, que son sentimientos
muy contrarios al corazón de Jesús. Este encuentro es personal, de tu a tu, lo
expresa los Hechos de los Apóstoles, en ese dialogo entre Saulo y Jesús Resucitado.
Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué
quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y
entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
Asi pues, nosotros como
creyentes, por la gracia de Bautismo, mas que nunca Cristo, el Señor sale a
nuestro encuentro, de manera especial en la Eucaristía, allí su presencia real,
no ofrece toda la salvación que al llegar a nuestra vida se produce un
autentica conversión, como la de Pablo; también nos encontramos con Jesús a través
de las Sagradas Escrituras, en la Oración, en la Liturgia Sacramental, pero de
una forma especialisima en el pobre.
Pablo representa para
todos nosotros en un ejemplo de saber imitar a Jesucristo, es decir, de ser cristiano.
Él es el testigo de la fe.
Que interesante la figura y la misión de San Pablo, seria muy instructivo para nuestro crecimiento espiritual el poder profundizar en la doctrina paulina por medio de articulos tan claros. Gracias me gustaria poder seguir creciendo en mi fe, con articulos como este.
ResponderEliminarESTO HA ESCRITO Andrés Dram Un excelente blog. Muy buen trabajo
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